La densidad del titanio es un factor crítico que contribuye a sus propiedades únicas y una amplia gama de aplicaciones. Con una densidad de aproximadamente 4,5 g/cm³, el titanio se destaca como un material ligero pero fuerte, lo que lo hace ideal para industrias como aeroespacial, médica y automotriz. A medida que la investigación y la tecnología continúan avanzando, el potencial para que el titanio desempeñe un papel aún más importante en diversas aplicaciones es prometedor.
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